Otro dislate del Primer Ministro de Francia, Manuel Valls OPINIÓN de Federico Mayor Zaragoza. - Y sigue el proceso de acatamiento –a pesar de las advertencias de economistas de la talla de Krugman y Stiglitz- a las imposiciones de los mercados. Francia –impulsora del Tratado fundacional de la Unión Europea- aparecía, después del torbellino Bush-Merkel- dependiente de Sarkozy, como el único país de Europa capaz de poner los puntos sobre las íes, amainar el vendaval neoliberal siguiendo las pautas iniciadas por el Presidente Obama -¡a qué trabajo, frente al poderío de los conservadores republicanos en EE.UU!- y dejar bien claro que no volvería a repetirse la imagen tenebrosa de una UE hincada, mientras los mercados nombraban a su antojo, sin urnas, a los gobiernos de Italia y Grecia (cuna de la democracia)… Pues no ha sido así. En lugar de situarse en la vanguardia de la movilización ciudadana y contribuir a “cambiar el mundo”, el señor Valls dice ahora que “debemos cambiar con el mu