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★ cambiando lo que somos

A Fernando Conde, de un "terrorista" antitaurino

OPINI脫N de Julio Ortega .-   De los que matan con la palabra Abolici贸n Escribir es lo que tiene: en la libertad para hilvanar palabras radica el derecho de construir frases dot谩ndolas del sentido que se quiera, aunque sirvan para decir falacias o memeces. Si adem谩s se cuenta con un medio de comunicaci贸n cuya l铆nea editorial no se traza sobre la deontolog铆a de la 茅tica, sino encima de la moral panfletaria al servicio del conservadurismo, se cierra el c铆rculo de tinta contra los her茅ticos que aseguraban que la Tierra no era plana y que el sol no giraba a su alrededor.    Fernando Conde, Inquisidor Mayor en el ABC, titula “Terrorismo Antitaurino” un pliego de cargo contra el movimiento abolicionista de la tauromaquia. Y aprovechando que en la Plaza de la Cebada hab铆a m谩s de una horca, cuelga del gaznate tambi茅n a quienes critican la caza e incluso a las protectoras. S铆, a esos refugios a los que van a parar los perros que tampoco tienen cabida en el peculiar universo ...

La carta, envenenada, del Rey

OPINI脫N de Julio Ortega .-    No dejas de asombrarme, y de revolverme, Juan Carlos de Borb贸n. Para algunos Rey y para otros, entre los que me encuentro, testaferro del mismo imperativo legal que, ayer encarnado en dictadura y hoy disfrazado de democracia, sigue obligando al vasallaje, pero a diferencia del feudal y en detrimento nuestro, en este sistema no ha lugar para la felon铆a, pues la obligaci贸n contractual contigo est谩 refrendada por una firma que no estampamos y cuyos t茅rminos si estamos forzados a acatar, aunque te colasen de matute en una Constituci贸n, m谩s ficticia que real, como adenda de aquel Caudillo cuyas risas todav铆a se escuchan. Y en esta 茅poca m谩s n铆tidas y estruendosas que nunca.  Qu茅 facilidad para apretar el gatillo. Lo mismo disparas contra un oso o un elefante, que le metes un tiro entre ceja y ceja a la dignidad y la libertad de unos ciudadanos a los que nunca has dejado de considerar s煤bditos al estilo del Antiguo R茅gimen, por m谩s que adaptes ...

Ser ni帽o en Tordesillas

OPINI脫N de Julio Ortega · Luc铆a Arana Igarza    Un ni帽o frente a est铆mulos de violencia Si los animalistas tuvi茅semos que enumerar las veces que nos han dicho que no nos importan los seres humanos, e incluso que los odiamos, nos faltar铆an ganas, memoria y d铆gitos. As铆 que hoy no vamos a hablar de Volante, el toro alanceado hasta la muerte en Tordesillas el 11 de septiembre, vulnerando la ordenanza seg煤n la cual deber铆a haber sido indultado, sino de cu谩les son algunos de los efectos que sobre las personas, las que s铆 cuentan para los gur煤s de la 茅tica especista, tienen estas acciones.  La ni帽ez, desde el punto de vista legal y seg煤n la Convenci贸n de los Derechos del Ni帽o, se extiende hasta los dieciocho a帽os. En el plano psicoafectivo, dura hasta que no se alcanza un grado de madurez suficiente para tener autonom铆a, y, en el f铆sico, hasta la pubertad. Sea como sea, una persona de trece a帽os es un ni帽o. Uno de esos seres a los que juramos otorgar protecci贸n ...

El torero V铆ctor Mendes y su elogio de la bajeza

OPINI脫N de Julio Ortega    La tortura en un Curso de Verano Victor Manuel Mendes-Marinhais, matador de toros, o matarife, o torturador, que cualquiera de esos adjetivos te describe. Leo parte de las declaraciones que acabas de realizar en Logro帽o, durante un Curso de Verano en la Universidad de la Rioja y la verdad, compruebo que tus pensamientos son digno motor de tus acciones. Tan degenerados los primeros como ruines las segundas. Eres, emocional y f铆sicamente, un compendio de bajeza, y me creo no s贸lo en mi absoluto derecho de manifestarlo, sino tambi茅n en la obligaci贸n de hacerlo. Porque no te estoy insultando, a menos que consideres ofensiva la realidad Y nada invento, tus palabras son suficientemente esclarecedoras de tu verdadera naturaleza.  Dices que “la cultura no se puede prohibir”. Es verdad, pero s铆 el crimen. Y que lo quieras ocultar bajo el manto de la cultura no lo transforma. Porque no eliminas la violencia ni su transmisi贸n como valor, tambi茅n a lo...

Los cazadores, un ejemplo de sensibilidad

OPINI脫N de Julio Ortega    Si para vosotros, acosar y acorralar a un animal es signo de ese respeto que jur谩is que todos ellos os merecen. Si dispararle y rematarle con un cuchillo, o provocar que huya herido, arrastrando su dolor, hasta que la hemorragia doble sus patas y detenga su aliento, es una prueba del amor que dec铆s sentir por ellos. Si condenar a cr铆as a la agon铆a del hambre tras matar a su madre, si hacer que tantas criaturas abandonen su entorno y deambulen perdidas y asustadas, si ofreceros sol铆citos cada vez que v茅is la oportunidad de hacer una "limpieza" de perros y gatos en un ayuntamiento, si exigir que se pueda cazar en zonas protegidas, es se帽al de unas profundas inquietudes ecol贸gicas que no os cans谩is de pregonar. Si pegar un tiro, arrojar a un pozo, ahorcar o arrancar el microchip a un perro escarbando con una navaja para abandonarlo despu茅s, es el trato que algunos le d谩is a los que llam谩is vuestros mejores amigos y compa帽eros. Si ser responsables de ...

No violes, no quemes, ¡tortura!

OPINI脫N de Julio Ortega    ¿Se imaginan a un grupo de activistas frente al Congreso sosteniendo una pancarta con este lema: “El sexo a la fuerza no es un acto de libertad. Condena para los violadores”?, o a unos manifestantes coreando por las calles: “La quema de montes al C贸digo Penal”? No, ¿verdad? Esa aberraci贸n ser铆a del g茅nero esperp茅ntico, pero literaria al fin, porque ninguno podemos concebir que un sistema que se dice basado en los derechos y las libertades, sin que las que segundas puedan vulnerar los primeros, entendiese que abusar sexualmente de una chica en un descampado o prender fuego a un bosque, constituya una diversi贸n, un negocio o, simplemente, el deseo cumplido de un individuo bajo la mirada benevolente e incluso c贸mplice de la sociedad. Nadie admitir铆a que violadores o pir贸manos nos dijesen: “si no te gusta forzar a una mujer o ver como arden los 谩rboles no lo hagas, pero resp茅tanos”. ¿C贸mo es posible entonces que a estas alturas, quienes denuncian l...

RTVE y su desprecio a los ni帽os

OPINI脫N de Julio Ortega    Seg煤n public贸 el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos, la violencia en la televisi贸n lleva a los ni帽os a desarrollar conductas agresivas que son aprendidas a trav茅s de la observaci贸n y retenidas durante largo tiempo. El estudio, con una duraci贸n de 40 a帽os, determin贸 que cuanto m谩s violenta sea la televisi贸n m谩s probabilidades existen de que muestren comportamientos antisociales. En 茅l, el Profesor de Pediatr铆a de la Universidad de Washington, Doctor Dimitri Christakis, asegur贸 que los ni帽os no saben distinguir entre fantas铆a y realidad, y que la televisi贸n les ense帽a que la violencia es divertida.    Si las afirmaciones anteriores reflejan un problema grave en extremo y se est谩n refiriendo a programas de ficci贸n, como series o dibujos animados, ¿cu谩l no ser谩 su alcance cuando esas criaturas tienen constancia de que las im谩genes se corresponden con un hecho verdadero? Unas escenas ficticias cargadas de violencia, siendo ...

Infancia, violencia y toros. Una relaci贸n fuera de toda duda

OPINI脫N de Julio Ortega     Seg煤n el informe de UNICEF "Ni帽os y Violencia", las razones de que los ni帽os adquieran comportamientos violentos son m谩s sociales que biol贸gicas, resaltando tanto la inadecuaci贸n en su educaci贸n actual, como la promoci贸n de modelos de comportamiento absolutamente insensibles en muchas sociedades. La Comisi贸n de la Asociaci贸n Psicol贸gica Americana para la Violencia y la Juventud, dictamin贸 que los j贸venes con riesgo de volverse violentos y agresivos, parecen tener una tendencia a compartir experiencias comunes que les sit煤an en una trayectoria hacia la violencia. Tambi茅n indica que influyen otra serie de factores sociales m谩s amplios: la forma en que una sociedad condena la violencia condiciona los valores y las acciones de los individuos. Por ejemplo, en muchas hay una ambivalencia sobre la violencia en el deporte, y existe un considerable apetito de im谩genes violentas en los medios de comunicaci贸n, o se permiten los juegos que la fomentan. Sa...

El crimen se viste de tradici贸n en Tordesillas

OPINI脫N de Julio Ortega    Un traje tejido con la sa帽a, la demencia y el desprecio La horda bien nutrida, como mandan los c谩nones de la cobard铆a. Las lanzas cuidadosamente afiladas, que la muerte viaja m谩s c贸moda en hojas aguzadas. La v铆ctima, sola, como siempre; sola frente a la turba desquiciada y sus armas; sola para que sea m谩s sencillo perseguirla, acorralarla y atravesarla; sola pero no an贸nima, porque el suyo es un crimen planeado, anunciado y consentido. Es un linchamiento legal, por eso, se sigue llamando tradici贸n. Una ma帽ana m谩s ese segundo martes de septiembre en una ciudad espa帽ola: Tordesillas. ¿Una m谩s? No, una muy diferente a todas. Porque ese d铆a la Vega que se extiende en las afueras de la poblaci贸n transmutar谩 en circo romano. Porque esa jornada se tornar谩 al medioevo entre los gritos de los sayones, el polvo del suelo, y la sangre y el miedo del reo de una diversi贸n humana. Porque en esa fecha fat铆dica, yacer谩n all铆 los cad谩veres de la compasi贸n, la 茅t...

Welcome to Spain

OPINI脫N de Julio Ortega    1- Se dormir谩, extenuado, sabiendo que hoy en la mesa de operaciones salv贸 la vida de un anciano y de un beb茅. 2.- Se ir谩 a la cama, agotada, despu茅s de transmitir parte de sus conocimientos a sus alumnos. 3- Se acostar谩, exhausto, tras haber rescatado de la muerte a dos adultos, dos ni帽os y un perro. 4- Esta noche cerrar谩 los ojos, orgulloso, recordando c贸mo por la tarde tortur贸, mutil贸 y asesin贸 a seis toros. A tres de ellos en Espa帽a se les recorta el sueldo. El otro se lleva hasta treinta millones por una jornada de "trabajo" y es calificado de h茅roe. A tres de ellos el Rey Juan Carlos les pide que hagan sacrificios. Al cuarto le pone en el pecho la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Welcome to Spain

Los perros ninot de Girona

OPINI脫N de Julio Ortega     Perros de mas铆as o de naves, transformados en eternos vigilantes encadenados, sin recibir m谩s a cambio que el escaso pienso semanal, y el agua limpia de los lunes o el fondo h煤medo y sucio de los viernes. Perros de cazadores, convertidos en herramienta ocasional, sin apenas comida, enjaulados y solos d铆a tras d铆a, esperando a que llegue el cancerbero de la escopeta. Primero olfateasteis el humo, vosotros antes que nadie, despu茅s masticasteis nerviosos las cenizas y al fin, lleg贸 el calor, insoportable, y con 茅l las llamas mordiendo vuestro cuerpo, mientras las cadenas o los barrotes le hac铆an parte del trabajo a un fuego sin prisa, porque la huida era imposible. Se cerraba el proceso con el 煤ltimo olor que percibisteis: el de vuestra carne quemada Incendios como el de Girona dejar谩n una destrucci贸n pavorosa que, convertida en estad铆stica como cualquier tragedia, se contabilizar谩 en v铆ctimas humanas, da帽os materiales y hect谩reas arrasadas. Pero...

Toro de la Vega, el delito que no lo es

Cumple con los requisitos, pero es una excepci贸n OPINI脫N de Julio Ortega    El art铆culo 337 del C贸digo Penal espa帽ol comienza as铆: “El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal dom茅stico o amansado, caus谩ndole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, ser谩 castigado...”. Tordesillas est谩 en Espa帽a, y el toro de raza de lidia, porque cumple todas las premisas para considerarlo como tal y porque as铆 lo dice la FAO, es un animal dom茅stico. En el Reglamento de Espect谩culos taurinos populares de la Comunidad de Castilla y Le贸n se indica lo siguiente: Art铆culo 2潞, Principios generales: “ausencia de maltrato a las reses de lidia”. Art铆culo 19潞: “en todos los espect谩culos taurinos populares queda prohibido herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses. De igual forma, est谩 prohibido darles muerte en presencia del p煤blico”. Art铆culo 31潞: “a los festejos tradicionales les es aplicable el r...

Liberaci贸n humana y animal

OPINI脫N de Julio Ortega    No son luchas diferentes ¿Conculcan nuestro derecho a una sanidad p煤blica eficaz? Ellos agonizan en las calles, en las perreras, en las granjas, en los zool贸gicos, en los circos… ¿Fracturan la educaci贸n gratuita en favor de la privada? A ellos les niegan conocer la libertad que les pertenece.  ¿Nos recortan los sueldos? A ellos la vida. ¿Reprimen nuestras voces con violencia? Las suyas jam谩s son tenidas en cuenta. ¿Favorecen a los que nos roban? En su caso, protegen legal y econ贸micamente a quienes los matan otorg谩ndoles tambi茅n amparo moral. ¿Nos juran que todo es por nuestro bien? Su explotaci贸n y asesinato aseguran que responden al arte, la diversi贸n, el negocio, la sostenibilidad, la educaci贸n… ¿Nos consideran imb茅ciles? A ellos inferiores. ¿Nos creen mansos? A ellos tambi茅n. Tal vez, ser铆a un momento id贸neo para la reflexi贸n y aprender una lecci贸n muy valiosa: la opresi贸n, siempre se sustenta en id茅nticos principios sea ...

Tauromaquia, el arte de la mentira. Rabos, orejas, sangre y embustes

OPINI脫N de Julio Ortega    Le铆do recientemente en una p谩gina taurina, de esas con hemorragia libre de testosterona y tampones de cinismo para la sangre vertida por el animal que agoniza en el ruedo: "Y, quien lo hiciera, podr铆a estimar el valor del torero que, sin m谩s armas que un capote y su arrojo, se pone ante el toro a riesgo de perder la vida para que los aficionados puedan disfrutar del espect谩culo que supone la lucha indiscutible del uno contra uno, el ser humano contra la bestia y su bravura". Hasta aqu铆 las reflexiones de quien tambi茅n habla de"incoherencia antitaurina".  Vamos a dividir en dos fases esa "lucha indiscutible de uno contra uno". La primera podr铆a denominarse "la preparaci贸n del toro para la corrida". Aunque se me ocurre otro t铆tulo todav铆a m谩s adecuado: "¿Enfrentamiento de igual a igual? ¡Y una m...!"  Seg煤n el tipo de toro, la categor铆a del cartel y el lugar donde se celebre la parte visible de su tortura, p...

Club internacional del lanceo. Para vomitar

La vuelta a las cavernas de la manita del PP  OPINI脫N de Julio Ortega    Citen un ejemplo de crueldad y estupidez humanas en grado extremo y esperen un momento: r谩pidamente ser谩 superado por otro. Hay personas incapaces de vivir en sociedad y que requieren de internamiento urgente en un centro psiqui谩trico. Eso, o destituir de forma inmediata a los pol铆ticos que otorgan amparo legal a las aberraciones de semejantes trastornados. Lo que sigue es buena muestra.  Ya conoc铆amos el s谩dico y cobarde alanceamiento de un toro en Tordesillas durante sus fiestas, una salvajada indescriptible que conmociona a todos menos al pu帽ado de energ煤menos que la perpetra y a los descerebrados que la autorizan. Pues resulta que los del Patronato del Toro de la Vega no est谩n solos, ahora se les suma el Club Internacional de Lanceo, otra suerte de siniestra congregaci贸n al servicio de la tortura de animales como diversi贸n y negocio.  Ellos, los lanceros, se hacen llamar cabal...

Himnos, toros y PPeinetas. Pliegues estremecedores en el tiempo

OPINI脫N de Julio Ortega    Desde El Valle de los Ca铆dos a Villaviciosa de Od贸n no hay mucha distancia, as铆 que eso ayud贸 a que el Dodge-Dart del Almirante Carrero Blanco, ya reconstruido por un arc谩ngel chapista y otro mec谩nico, recogiese el pasado viernes al Invicto de su modestita tumba, para trasladarle como invitado de honor al pleno celebrado en el Ayuntamiento de esa localidad madrile帽a.  All铆, a instancias del PP, ¿de qui茅n si no?, se llevaban a debate dos propuestas a cual m谩s simb贸lica de la involuci贸n en la que estamos sumidos: una que trataba sobre el respeto y apoyo a los s铆mbolos nacionales, y la otra acerca de declarar los toros como Patrimonio Cultural Inmaterial de Villaviciosa de Od贸n.  Ya estoy viendo el flamante haiga del General铆simo circulando a toda marcha por al A6, con un par de banderitas rojigualdas, de esas con el pollo incrustado, ondeando briosas al viento, a las que se sum贸 para la ocasi贸n una tercera, porque consta que el Caudillo ...

Yo despert茅, pero a 茅l lo mataron

OPINI脫N de Julio Ortega    La violencia no era un sue帽o y su agon铆a tampoco Aquella noche de septiembre no era fr铆a. Dir铆a incluso que algo calurosa, aunque sin esa torridez estival que agosta hasta la mirada. Sin embargo yo estaba tiritando. -Ya lo tengo aqu铆 – pens茅 – ya he agarrado el pu帽etero catarro que me visita todos los a帽os. Pero no me dol铆a la cabeza, ni la garganta o las articulaciones, no tos铆a ni moqueaba. Era como un escalofr铆o continuo, intenso y lo que me extra帽aba, inquietante. Tard茅 m谩s de lo habitual en dormirme, y arrebujado bajo la manta vino a acompa帽ar a mi temblor una sensaci贸n de tristeza indefinida y profunda, como esas ocasiones en las que sin saber muy bien el porqu茅, se forma bajo el diafragma un vac铆o tan dif铆cil de describir como el colapso que a la vez asoma en el pecho. Y claro, los ojos, cuya capacidad de enga帽o es nula, empiezan a acusar su ignorancia ante la pesadumbre invisible e inidentificable con lamentos h煤medos y salados. As铆, en...

Animalistas inadaptados, amargados y sectarios. Y eso en boca de los que matan o pagan por verlo

OPINI脫N de Julio Ortega    - ¡Eh, antitaurinos, s贸is unos inadaptados! –, te gritan coordinados docenas de androides casposos con farias de cincuenta pesetas, odre de vino y llavero rojigualda y negro osborne. Lo hacen desde la fila de las entradas para ver la trayectoria de la siguiente que encaje Juan Jos茅 Padilla. Son una masa longil铆nea que se extiende viscosa y fl谩ccida desde la plaza hasta donde acaba su hematof铆lico rastro, cual largo intestino colgando del abdomen abierto del caballo corneado de un picador. Y t煤 te preguntas, ¿a qu茅 he de adaptarme?, ¿a la violencia, a la tortura, al sometimiento?, ¿he de ajustar tal vez mi culo al tendido para contemplar las tres anteriores?, ¿a los valores que defienden Jos茅 Ignacio Wert y Esperanza Aguirre? Entonces les contemplas y sonr铆es, aunque por dentro te est茅n metiendo rodillazos las arcadas, y le das las gracias a tu cerebro por no ser un divert铆culo m谩s en esas tripas que serpentean hacia la taquilla del moderno coliseo....

De perros y hombres. Historias cotidianas con nuestro ¿mejor amigo?

OPINI脫N de Julio Ortega    -¡¡Ufff!!, ¿Lo has visto?, ¿al perro? -S铆, ah铆 tirado en el arc茅n. Qu茅 mal rollo, ¿no? -Parec铆a malherido pero estaba vivo, se mov铆a. -Lo han debido de atropellar -Lo atropellan y lo dejan ah铆 abandonado. No me lo puedo creer. ¿C贸mo puede haber personas as铆? -Ya sabes, son gentuza. No tienen coraz贸n. -Porque vamos con prisa que si no... -Es verdad, reserv茅 mesa para las dos y media en el restaurante y ya son y diez. Adem谩s, acabo de lavar el coche por dentro. Doce euros que me soplaron. -¿Qu茅 vas a pedir para comer? Yo creo que un corderito lechal que ah铆 lo hacen muy bien. -Buena idea, yo tambi茅n. Qu茅 hambre tengo. Otra versi贸n de la misma historia: -Hola, eres de la Protectora, ¿no? -S铆, dime. -Mira, es que yo colaboro con vosotros y te llamo porque he visto a un perrillo que parece que se haya perdido y no est谩 bien. -¿D贸nde?, ¿que le ocurre? -Aqu铆, junto al Polideportivo, muy cerca de mi casa. Se le nota muy d茅bil y ya ves el f...

Pendejos. An谩lisis desde una de sus facetas

OPINI脫N de Julio Ortega    El cantautor Facundo Cabral sol铆a contar que su abuela estuvo casada con un coronel que era un hombre realmente valiente, solamente le ten铆a miedo a una cosa: a los pendejos. Un d铆a le pregunt贸 ¿por qu茅?, y le respondi贸: "Porque son muchos, no hay forma de cubrir semejante frente. Y por temprano que te levantes, all铆 donde vayas, ya est谩 lleno de pendejos. ¡Y son peligrosos, porque al ser mayor铆a eligen hasta al Presidente!". A Facundo Cabral lo asesinaron hace ahora un a帽o unos pendejos armados que lo confundieron con otra persona. Facundo Cabral ten铆a mucha raz贸n. Seg煤n 茅l hay pendejos inform谩ticos, bur贸cratas, optimistas, pesimistas, esf茅ricos, fosforescentes, de referencia, conscientes, de sangre azul, demagogos... Lo m谩s curioso es que ning煤n pendejo admitir谩 que lo es, esa postura de negaci贸n va impl铆cita en la necedad que le caracteriza. Al contrario, sus pendejadas son para 茅l motivo de arrogancia y argumento para establecer su superior...




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