OPINIÓN de Mauricio Castaño H. , Colombia.- Hasta que por fin sucedió el milagro. El negocio era tan perfecto que literalmente hacía llover dinero, ya no se contaba billete por billete sino montones por montones de alta denominación. Fue un gran salto en la economía en todos sus sectores: industrial, parque automotor, construcción, etc. La crisis cafetera hizo emerger la siembra de coca. Entre paréntesis, la crisis también para el campesino que se vio arrojado a una nueva realidad del mundo de lo ilegal, para donde mirara estaba atrapado por cualquier bando, bien fuera narcotraficantes, paramilitares o guerrillas de izquierda. La guerra era un camino obligado. Todos los caminos conducían a la guerra. Pero más que repetir datos macroeconómicos o decir que el insigne Pablo Escobar logró dominar el ochenta por ciento del tráfico de coca en el mundo, nos interesa más presentar la palabra Recogida muy usada en el argot mafioso para referirse a los que nosotros podemos denominar una especie